Hoy quiero hablaros de un pequeño pueblo de la provincia de Almería, su nombre es Chirivel, es sencillo, pequeño, limpio y organizado, de fachadas especiales preparadas para el frío, con un frondoso parque que nos da una sensación de una Almería completamente distinta.
Chirivel está situado dentro de la comarca de Los Vélez un territorio definido dentro de las comarcas almerienses, casi equidistante de Murcia, Granada y Almería. El pueblo está en un gran valle que limita al Norte con las sierras de Orce y María, y por el Sur con la sierra de las Estancias.
Chirivel Fue en el siglo XIX cuando consiguió su independencia de Vélez-Rubio. Sus tierras han estado habitadas desde la prehistoria, hace 5000 años. Muchas otras civilizaciones han pasado por aquí, como íberos, romanos y árabes, todas ellas se asentaron junto al cauce fecundo de su rambla. Siempre ha sido un lugar de posada para pasajeros y caminantes.
Chirivel es un pueblo con una atmósfera muy señorial y monumental; adustas mansiones, iglesias, palacios, conventos, museos y hospitales, dan fe de ello. Dentro del centro urbano está la plaza de la Encarnación y el ayuntamiento con un típico diseño árabe. Sus calles son estrechas e intrincadas, hay que pasearlas a pie.
Fuera del núcleo urbano separada de éste por el río Chirivel se encuentra la fortaleza nazarí de Velad Al-Ahmar, situada en el cerro de Castellón.
Chirivel y su entorno son una zona ideal para la práctica del senderismo, sobre todo en el Parque Natural de la Sierra de María Los Vélez. Actualmente te está construyendo el Parque de la fauna Ibérica a 4 kilómetros del pueblo. Podremos observar los animales propios de la fauna ibérica como jabalíes, ciervos, cabras montés y águilas reales.
Remojón Si queremos pasar un fin de semana tranquilo, podemos contar con tres lugares para alojarnos, el hotel La Solana, El Retiro y la casa rural La casona de don Bruno. La gastronomía de la zona es extensa, podemos degustar platos muy típicos de estas tierras como las migas, el puchero, caldo de huevos, los grullos que se hacen con una pasta de harina, agua, aceite que se desmenuza formando unas bolitas que se fríen en aceite bien caliente. Muy de la zona es también la liebre estofada con piñones y el remojón, el choto a la pastoril y el trigo guisado. En cuanto a los dulces los roscos de aguardiente y de naranja, los almendrados y los suspiros son una delicia para los más golosos.
Si os apetece conocer este pequeño pueblo durante estas fechas no olvidéis ropa de abrigo, puede caer alguna nevada.
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